Acudimos a las exposiciones de aula de alumnos de 3º de Periodismo sobre la utilidad de los blogs y si es o no aconsejable seguirlos.
Los
compañeros de clase no se muestran excesivamente entusiasmados ante
las exposición. Sentados en las últimas filas del aula hablan,
trastean con los ordenadores, juegan con papeles...
No es que los locutores sean unos
hachas en cuanto a comunicación se refiere, pero se ve que se han
preparado el tema y lo comentan de manera fluida y siguiendo como
guía un excel, tal vez amplio en exceso. Más que palabras clave,
parece una consecución de párrafos, largos y pesados. Recomiendan el blog
deslenguados, por su interés cara a los periodistas y por su diseño,
bien estructurado.
Segundo blog, prnoticias, primera frase
“no es un blog normal”. Parece que las voces varoniles calman a
los alumnos, ahora no habla nadie. ¿Pero realmente están
atendiendo? Son tres los compañeros que exponen. El primero, el
locutor, expone de brazos cruzados sus argumentos mientras se mantiene de espaldas a la clase y mirando a la pizarra. Los otros dos están sentados junto a él en la mesa leyendo la parte que más
tarde les tocará explicar. Una vez más un power point larguísimo,
que en vez de servir como guía, obliga a leer todo el texto, o pasar
de él y escuchar al que expone. ¿quién ha enseñado a estos
alumnos a hacer presentaciones? Los compañeros comienzan a perder la
concentración a la cuarta diapositiva, demasiadas letras en la
pantalla como para que mantenga su atención de manera sencilla. La
profesora, María Ganzabal, aconseja el blog como fuente de
información para periodistas, dado su gran cantidad de estadísticas.
Lo mejor, es seguirles en twitter, dan información objetivos de
noticias y estadísticas.
Periodismo caviar, una presentación
con acento mexicano. Por fin un porwer point legible. Frases breves y
sencillas, complementadas con la exposición oral. El
blog parece interesante, aborda temas sobre cómo matar al periodismo
impreso. Da algunas de las claves del periodismo moderno hoy día de
manera clara.
Comunicación se llama el juego, a la ponente le tiembla tanto la voz que todos la escuchan atónitos,
no tanto por lo que dice, sino por lo nerviosa que está la pobre.
Atienden para que no se sienta tan incómoda.
Conclusión, mucha voluntad, muchas
ganas de hacerlo bien, pero lo que realmente hay que aprender y de lo
que se necesitan clases, es sobre cómo hacer una buena presentación.
Entrada realizada por: Amaia Pascual
Entrada realizada por: Amaia Pascual